Blog de Carla Marín

Estamos viviendo en una época de grandes crisis mundiales: la crisis energética, el calentamiento global, la desigualdad, la insatisfacción en el trabajo o la depresión. Los ambientes de trabajo muchas veces tienen micro climas repletos de rivalidades entre compañeros y con una frecuente desconexión emocional entre jefes y empleados.

No siempre se trabaja con las expectativas y la comodidad que uno desearía. Presiones, estrés, horarios imposibles, escasa comunicación entre los miembros que conlleva no sólo a la improductividad y a la ineficacia de esa empresa, sino a la ansiedad y descontento, que a veces se extiende al plano personal y familiar.

Hoy en día el estado emocional de una compañía que es considerada como un “buen lugar para trabajar”, tiene la influencia suficiente para impactar el valor accionario de la corporación. Tanto así, que hoy el abordaje en las organizaciones apunta a la creación de una cultura organizacional más humana, que legitime la importancia de las emociones y su manejo.

¿Cómo conformar un equipo de trabajo de alto desempeño?

  1. Liderazgo efectivo: los equipos de trabajo sobresalientes cuentan con una clara dirección de su líder, que es capaz de movilizar el potencial colectivo y de cada miembro del equipo, para que todos aporten sus conocimientos y energía en el logro de los objetivos compartidos.
    Un buen Coach logra empoderar a su equipo de trabajo, y liberar el poder interior de las personas que los impulse con vigor y decisión hacia la acción.
  2. Visión compartida: establecer una visión común que le asigne sentido al accionar cotidiano. ¿qué es lo que queremos construir juntos y cómo lo vamos a trabajar? La visión debe lograr despertar pasión y entusiasmo al aportar un propósito que dé significado y transcendencia a la tarea cotidiana, e implica un conjunto de valores y formas compartidas de realizar las actividades.
  3. Compromiso: el líder o coach debe lograr generar compromisos con su equipo. La mayor parte de las personas comprometidas cumple con lo acordado y se esfuerzan por lograrlo. Un buen líder se compromete con el desarrollo de las personas con las que trabaja, para lograr el incremento de sus competencias laborales y de su desarrollo personal. Esto implica servir de guía e inspiración para que los integrantes de su equipo desplieguen su potencial y den lo mejor de sí mismos.El coach acompaña a los miembros de su equipo y los ayuda a identificar brechas de efectividad en las tareas que realizan, a conectarse con sus potencialidades, a desarrollar el máximo de sus capacidades y a superar los desafíos que van encontrando en su desempeño.
  1. Conectividad: se define como el número de interacciones comunicacionales entre los miembros de un equipo.El científico investigador y psicólogo clínico Marcial Lozada, plantea que se puede mejorar el nivel y calidad de vida de las personas en las organizaciones, si se incluye la inteligencia emocional en las relaciones, mejorando el desempeño, y como consecuencia, la organización crecerá, generará más ingresos y las personas estarán más felices.

    En la gestión de equipos, sólo el 5% corresponde a la coordinación y planificación de las acciones, y el otro 95% corresponde al campo emocional.

  1. Campo emocional: la emocionalidad constituye una disposición para la acción y dependiendo del estado de ánimo en que nos encontremos, ciertas acciones serán posibles de realizar y otras no. Hay una vinculación entre emoción y capacidad de acción.

Según Oscar Anzorena, la construcción de fuertes lazos emocionales basados en la confianza mutua, el sentido de pertenencia, el compromiso con la tarea, los valores compartidos y el entusiasmo por el logro de los objetivos propuestos, constituyen los elementos indispensables para generar la sinergia grupal, para que los integrantes de un equipo u organización puedan sentir seguridad y motivación para accionar con energía frente a los nuevos desafíos.

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