Blog de Carla Marín

Según el profesor e investigador de la Universidad de Harvard, David J. Deming, las “Competencias sociales” son cada vez más importantes en el mercado laboral y permiten una mayor empleabilidad.
Deming se ha especializado en la investigación del impacto de las llamadas “habilidades blandas” tanto en la carrera como en los ingresos de los profesionales, alcanzando interesantes conclusiones, que aportan datos relevantes para todo profesional que aspire a mantener un índice de empleabilidad mayor durante la próxima década. Por ello, las competencias que conviene entrenar son: trabajo en equipo, habilidades de comunicación oral y escrita, empatía (ponerse en el lugar del otro), flexibilidad, creatividad y enfoque colaborativo. En resumen, “las habilidades sociales” aseguran éxito profesional, mayor salario y una curva de empleabilidad duradera.

¿Qué son las Habilidades Blandas y cómo se desarrollan?

Flexibilidad

En la actualidad son muy importantes las habilidades blandas en el mercado laboral. Los expertos explican que se relacionan más con aspectos sociales de una persona, como su capacidad de comunicación y la puesta en práctica integrada de aptitudes, rasgos de personalidad, conocimientos y valores adquiridos, que son las capacidades más demandadas por las empresas y que establece una diferencia con los demás candidatos y le agrega valor a su perfil profesional. Estos factores pueden ser determinantes en un proceso de selección, a la hora de elegir a un candidato.

Aquí es donde entran en juego las habilidades blandas, que nos permiten ser candidatos más interesantes para un determinado puesto de trabajo. Si las trabajas y las desarrollas, tendrás mucho terreno ganado frente al resto de los candidatos.

Entre las habilidades que más demanda el mercado laboral chileno en el 2018, según los expertos, figuran las comunicativas y de relacionamiento, la creatividad, la capacidad de trabajar en equipo, la responsabilidad,  el compromiso y las actitudes proactivas para resolver problemas y generar ideas innovadoras que ayuden a impulsar el crecimiento de la organización.

  • Creatividad: la capacidad para generar propuestas originales sobre la base de nuevas ideas o conceptos.
  • Buen trabajo en equipo: habilidad que busca aprovechar las sinergias que nacen del trabajo co-participativo de un conjunto de personas con fortalezas y capacidades diferentes, donde el resultado final es mayor que el aporte individual.
  • Comunicación: capacidad para transmitir información, ideas, opiniones y actitudes de primera calidad y orientadas hacia objetivos personales y organizacionales entre dos o más personas.
  • Resolución de problemas: consiste en la búsqueda de soluciones apropiadas y efectivas que den respuestas a situaciones laborales cotidianas, para alcanzar los objetivos propuestos.
  • Resiliencia: capacidad para sobreponerse al fracaso que permite aprender o sacar lecciones de aquellas situaciones difíciles que puede enfrentar el individuo.
  • Capacidad de escuchar: saber escuchar es clave para lograr una comunicación eficaz. Se trata de enfocar la atención y los demás sentidos en aquello que se está recibiendo.
  • Empatía: habilidad de ponerse en el lugar de la otra persona, es decir, saber lo que la otra persona siente o puede estar pensando en un momento determinado.
  • Adaptación a los cambios: en un mundo de transformaciones es clave adaptarse rápidamente a los cambios para lograr sobrevivir a ellos. En este sentido, la flexibilidad y la capacidad de interpretar o leer el entorno es de gran ayuda para mantenerse vigente y avanzar.
  • Proactividad: se refiere a contar con iniciativa propia, con un motor interior que contribuya a ponerse en movimiento, empujar los cambios y alcanzar las metas planteadas.
  • Orientación al servicio: entender las necesidades de los clientes o usuarios que compran nuestros productos o servicios. Preocuparse de conocer su opinión sobre nuestra oferta comercial y recibir de buena manera sus críticas o comentarios, con una marcada visión de mejora continua en el tiempo.
  • Asertividad: capacidad de un individuo de dar a conocer lo que piensa o siente en un momento determinado, en los términos y formas adecuadas. También puede entenderse como la habilidad para comunicar y defender los derechos e ideas propias.
  • Autodominio y capacidad de articulación: el primero consiste en la capacidad de controlar los impulsos y reacciones frente a las diferentes situaciones que se viven diariamente. El segundo concepto se vincula con el campo del coaching y la meditación, y se refiere a lograr foco en el presente, armonía y claridad mental, entre otros aspectos positivos.
  • Perseverancia: es la constancia que un individuo muestra en cualquier ámbito de su vida, ya sea alcanzando las metas que se ha fijado o superando los obstáculos surgidos en el camino.

Las habilidades técnicas o “duras”, en tanto, se relacionan con la educación formal y con los conocimientos que se adquieren en un centro de formación técnica, instituto profesional o universidad. Sin embargo, estas habilidades representan un pequeño porcentaje de los factores que más valoran los seleccionadores de personal a la hora de contratar al mejor profesional para la empresa.

Si quieres mejorar tus habilidades blandas, puedes comenzar por establecer los objetivos principales que desees lograr. Luego, contactar un profesional o Coach que te acompañe en este proceso para potenciar esas habilidades y practicar hasta adquirir estas competencias, así darás un salto en tu carrera profesional.

Para mayores informaciones sobre el proceso de coaching que te ayudará a desarrollar algunas de estas habilidades, me puedes contactar a: carla@coachcarlamarin.cl y agendar una hora de sesión.

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